domingo, 8 de mayo de 2016

ARTICULO DE INVESTIGACIÓN EN CHILE 

Intervención neuropsicológica infantil: diversidad de posibilidades

En las últimas décadas los problemas en aprendizaje y desarrollo se han convertido en el objeto cotidiano de la ciencia neuropsicológica. La neuropsicología infantil había ganado un terreno firme entre los profesionales, tanto así que en países de América Latina han surgido posgrados dirigidos específicamente a la evaluación y tratamiento en las edades infantiles sin incluir las asignaturas relacionadas con la temática de la neuropsicología del adulto. En Estados Unidos existen más de 40 posgrados que incluyen diversos aspectos de neuropsicolgía infantil en comparación con el año 1981 en el que sólo hubo dos de este tipo de posgrados (Hynd & Reynolds, 2006). En Rusia, hace 15 años, a los neuropsicólogos los preparaban solo las universidades estatales de Moscú y Petersburgo y solo en facultades de psicología, mientras que ahora este tipo de especializaciones existen en muchas ciudades y varias facultades, incluyendo a pedagogía y medicina clínica (Akhutina & Pilayeva, 2008). Los estudiantes y profesionales jóvenes desean especializarse en la neuropsicología infantil para solucionar los problemas de aprendizaje que realmente se convirtieron en un fenómeno “cotidiano” y “normal”. Se puede concluir que inclusive la demanda social de neuropsicológicos “infantiles” está superando a la misma relacionada con al clínica de adultos. En una plática personal reciente con los neuropsicólogos reconocidos de la Universidad Estatal de Moscú se ha mencionado que los estudiantes no quieren evaluar a los pacientes adultos ni estudiar la afasia “que ya no está de moda”, sino que todos quieren convertirse en los especialistas que solucionan problemas en aprendizaje escolar. Dicho fenómeno está relacionado, desde nuestro punto de vista, con imposibilidad de las instituciones de educación pública y particular proponer estrategias reales que puedan permitir superar dificultades en aprendizaje que sufren los niños en todos los países, especialmente, en los primeros años de su egreso a las instituciones escolares. A pesar de la declaración de inclusión de niños con necesidades diversas de aprendizaje al salón de clases común, no existe ninguna estrategia psicopedagógica real que permita superar sus dificultades. Cabe señalar que el fracaso escolar tiene una tendencia a aumentarse, a pesar de que la duración de escolarización obligatoria tiende a crecer en todos los países. Sin duda alguna, la neuropsicología es una de las ciencias que puede tener algunas sugerencias en relación con el tema de problemas en aprendizaje y el fracaso escolar, sin embargo, aún hace falta mostrar a la sociedad

que la neuropsicología realmente es una opción para solución de diversos problemas que surgen en la infancia. Nuestra motivación de ofrecer a los lectores este número monográfico es mostrar amplias posibilidades que abre la neuropsicología para la superación de problemas en aprendizaje y desarrollo que surgen en la infancia. Dichas posibilidades no se limitan a las sugerencias de entrenamientos conductuales sin ninguna justificación teórica ni a uso de fármacos como únicas opciones que actualmente se promueven y se comercializan en la sociedad. ¿Cuáles son las razones por las cuales la neuropsicología es capaz de aportar al tema de solución de problemas de aprendizaje? En primer lugar, la neuropsicología es una ciencia que estudia las bases cerebrales de los procesos cognitivos, lo cual permite establecer la relación entre los aspectos de maduración del sistema nervioso central, exigencias de la edad psicológica y las formas de actividades y tareas que serían de utilidad para los niños de diversas edades. En este sentido la neuropsicología, junto con psicofisiología puede recomendar las formas óptimas de preparación del niño para la escuela y las vías para su adaptación durante el inicio de la escuela primaria Es más, se puede afirmar que la neuropsicología puede determinar la edad óptima para el inicio del aprendizaje escolar, la cual, sin duda alguna, no es 5 años (Bezrukih, 2009). En segundo lugar, continuando con este mismo razonamiento, desde su inicio la neuropsicología fue una ciencia que se interesó en conocer y precisar el contenido psicológico de las acciones escolares, es decir, conocer, en que tipo de mecanismos cerebrales se apoyan tales acciones cognitivas como lectura, escritura y cálculo (Luria, 1973). En este sentido, es posible promover las actividades que pueden ser útiles para los niños no solo como el apoyo, sino también como prevención de los problemas de aprendizaje (Soboleva & Krasnova, 2009; Glozman, Kurdukova, & Suntsova, 2010; Soboleva & Emelianova, 2010). En tercer lugar, la neuropsicología permite señalar las posibilidades y las perspectivas para el desarrollo y aprendizaje de los niños que presentan trastornos específicos en su desarrollo, por ejemplo, en casos de daño cerebral congénito o adquirido y en casos de problemas madurativos ante ausencia de daño morfológico cerebral (Solovieva et al., 2009; Delgado et 

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