ARTICULO DE INVESTIGACIÓN EN CHILE
Intervención neuropsicológica infantil: diversidad de posibilidades
En las últimas décadas los problemas en aprendizaje y desarrollo se han
convertido en el objeto cotidiano de la ciencia neuropsicológica. La neuropsicología
infantil había ganado un terreno firme entre los profesionales,
tanto así que en países de América Latina han surgido posgrados dirigidos
específicamente a la evaluación y tratamiento en las edades infantiles sin
incluir las asignaturas relacionadas con la temática de la neuropsicología del
adulto. En Estados Unidos existen más de 40 posgrados que incluyen
diversos aspectos de neuropsicolgía infantil en comparación con el año
1981 en el que sólo hubo dos de este tipo de posgrados (Hynd & Reynolds,
2006). En Rusia, hace 15 años, a los neuropsicólogos los preparaban solo
las universidades estatales de Moscú y Petersburgo y solo en facultades de
psicología, mientras que ahora este tipo de especializaciones existen en
muchas ciudades y varias facultades, incluyendo a pedagogía y medicina
clínica (Akhutina & Pilayeva, 2008). Los estudiantes y profesionales jóvenes
desean especializarse en la neuropsicología infantil para solucionar los
problemas de aprendizaje que realmente se convirtieron en un fenómeno
“cotidiano” y “normal”. Se puede concluir que inclusive la demanda social
de neuropsicológicos “infantiles” está superando a la misma relacionada
con al clínica de adultos. En una plática personal reciente con los neuropsicólogos
reconocidos de la Universidad Estatal de Moscú se ha mencionado
que los estudiantes no quieren evaluar a los pacientes adultos ni estudiar
la afasia “que ya no está de moda”, sino que todos quieren convertirse en
los especialistas que solucionan problemas en aprendizaje escolar. Dicho
fenómeno está relacionado, desde nuestro punto de vista, con imposibilidad
de las instituciones de educación pública y particular proponer estrategias
reales que puedan permitir superar dificultades en aprendizaje que sufren
los niños en todos los países, especialmente, en los primeros años de su
egreso a las instituciones escolares. A pesar de la declaración de inclusión de
niños con necesidades diversas de aprendizaje al salón de clases común, no
existe ninguna estrategia psicopedagógica real que permita superar sus
dificultades. Cabe señalar que el fracaso escolar tiene una tendencia a
aumentarse, a pesar de que la duración de escolarización obligatoria tiende a
crecer en todos los países.
Sin duda alguna, la neuropsicología es una de las ciencias que puede
tener algunas sugerencias en relación con el tema de problemas en aprendizaje
y el fracaso escolar, sin embargo, aún hace falta mostrar a la sociedad
que la neuropsicología realmente es una opción para solución de diversos
problemas que surgen en la infancia.
Nuestra motivación de ofrecer a los lectores este número monográfico
es mostrar amplias posibilidades que abre la neuropsicología para la
superación de problemas en aprendizaje y desarrollo que surgen en la
infancia. Dichas posibilidades no se limitan a las sugerencias de entrenamientos
conductuales sin ninguna justificación teórica ni a uso de fármacos
como únicas opciones que actualmente se promueven y se comercializan en
la sociedad.
¿Cuáles son las razones por las cuales la neuropsicología
es capaz de aportar al tema de solución de problemas de aprendizaje?
En primer lugar, la neuropsicología es una ciencia que estudia las bases
cerebrales de los procesos cognitivos, lo cual permite establecer la relación
entre los aspectos de maduración del sistema nervioso central, exigencias de
la edad psicológica y las formas de actividades y tareas que serían de utilidad
para los niños de diversas edades. En este sentido la neuropsicología, junto
con psicofisiología puede recomendar las formas óptimas de preparación
del niño para la escuela y las vías para su adaptación durante el inicio de la
escuela primaria Es más, se puede afirmar que la neuropsicología puede
determinar la edad óptima para el inicio del aprendizaje escolar, la cual, sin
duda alguna, no es 5 años (Bezrukih, 2009).
En segundo lugar, continuando con este mismo razonamiento, desde
su inicio la neuropsicología fue una ciencia que se interesó en conocer y
precisar el contenido psicológico de las acciones escolares, es decir, conocer,
en que tipo de mecanismos cerebrales se apoyan tales acciones cognitivas
como lectura, escritura y cálculo (Luria, 1973). En este sentido, es
posible promover las actividades que pueden ser útiles para los niños no
solo como el apoyo, sino también como prevención de los problemas de
aprendizaje (Soboleva & Krasnova, 2009; Glozman, Kurdukova, & Suntsova,
2010; Soboleva & Emelianova, 2010).
En tercer lugar, la neuropsicología permite señalar las posibilidades y
las perspectivas para el desarrollo y aprendizaje de los niños que presentan
trastornos específicos en su desarrollo, por ejemplo, en casos de daño
cerebral congénito o adquirido y en casos de problemas madurativos ante
ausencia de daño morfológico cerebral (Solovieva et al., 2009; Delgado et
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